John Hawkwood, conocido en Italia como Giovanni Acuto, emerge como una figura paradigmática del mercenario en el turbulento siglo XIV europeo. Su trayectoria vital, desde sus orígenes modestos en la Inglaterra rural hasta convertirse en un condottiero influyente en la península italiana, encapsula las complejidades políticas, sociales y militares de una época marcada por la Guerra de los Cien Años y la fragmentación política italiana. Analizar la vida y actos de Hawkwood no solo ilumina su propia biografía fascinante, sino que también ofrece una ventana privilegiada al auge y la importancia de la figura del mercenario en la Baja Edad Media.
Nacido alrededor de 1323 en Sible Hedingham, Essex, Hawkwood no provenía de un linaje noble o guerrero. Su padre, Gilbert Hawkwood, era un curtidor, una profesión artesanal, aunque poseía tierras que le otorgaban una posición social respetable en su comunidad local. Contrariamente a algunas interpretaciones románticas que lo sitúan en la pobreza extrema, la evidencia sugiere una infancia confortable, e incluso una cierta prosperidad familiar (Fowler, 1980). Su breve incursión como aprendiz de sastre en Londres, tras la muerte de su padre en 1340, representa más un episodio transitorio que una vocación definitiva, un preludio a su verdadera llamada: la milicia.
Curtidores en la Edad Media |
El contexto de la Guerra de los Cien Años (1337-1453) fue fundamental para catalizar la carrera militar de Hawkwood. En 1342, se unió al ejército inglés como arquero, en un momento en que Inglaterra, bajo Eduardo III, buscaba expandir su influencia en el continente. Si bien la participación precisa de Hawkwood en batallas emblemáticas como Crécy (1346) y Poitiers (1356) sigue siendo objeto de debate historiográfico, su presencia en el teatro de operaciones francés durante esta fase inicial de la guerra parece innegable. Como señala Keen (1990), la Guerra de los Cien Años no solo fue un conflicto dinástico, sino también un caldo de cultivo para el desarrollo de ejércitos profesionales y la proliferación de soldados de fortuna.
El Tratado de Brétigny en 1360, aunque buscaba establecer una tregua, paradójicamente exacerbó la situación para muchos hombres de armas. La disolución de grandes contingentes militares dejó a miles de soldados sin empleo, dando origen a las llamadas "Compañías Libres". Hawkwood se unió a una de las más notorias, la Gran Compañía, también conocida como Compañía Blanca o Inglesa, que operaba en el este de Francia. Su ascenso dentro de esta estructura militar fue meteórico, llegando a convertirse en su comandante. La captura de Pont-Saint-Esprit en 1360, un acto audaz que desafió la autoridad papal y buscaba obstruir el pago del rescate del rey Juan II de Francia, ilustra la audacia y la falta de escrúpulos que caracterizarían a estas compañías (y al propio Hawkwood) en su búsqueda de botín y supervivencia. Este episodio le valió la excomunión por el Papa Inocencio VI, un ejemplo temprano de la compleja relación entre el papado y las compañías mercenarias, que pronto se convertirían en actores clave del escenario político italiano.
Mercenarios en la Edad Media. |
La trayectoria de Hawkwood da un giro decisivo cuando, en 1361, lidera una facción de la Gran Compañía hacia Italia. Este movimiento no fue casual. La península italiana, fragmentada en numerosas ciudades-estado y principados en constante conflicto, se había convertido en un mercado laboral floreciente para las compañías mercenarias. La demanda de ejércitos profesionales era alta, y figuras como Hawkwood, con experiencia militar probada y capacidad de liderazgo, encontraron en Italia un nuevo campo para desplegar sus habilidades.
En Italia, adoptó el nombre de Giovanni Acuto, una italianización de su nombre que подчеркивает su reputación como hombre astuto y estratega. Su carrera como condottiero – término italiano que designa a los líderes de compañías mercenarias que operaban en Italia – fue variada y compleja. Sirvió a múltiples señores y ciudades-estado, desde el papado hasta Milán y Florencia, demostrando una flexibilidad y una adaptabilidad que eran esenciales para la supervivencia y el éxito en este entorno político volátil. Participó en numerosos conflictos, como la Guerra Pisano-Florentina (1364-65) y la Guerra de los Ocho Santos (1375-1378), alternando bandos y demostrando una pragmática falta de lealtad ideológica, característica del mercenario profesional. Como apunta Mallett (1974), los condottieri eran ante todo empresarios militares, cuya lealtad primordial era hacia sus propias compañías y hacia la consecución de beneficios económicos y prestigio personal.
La Batalla de Castagnaro (1385-86) es a menudo citada como la "victoria más brillante" de Hawkwood, un ejemplo de su perspicacia táctica y su capacidad para explotar las debilidades del enemigo. Su observación del flanco izquierdo expuesto del ejército de Verona y su subsiguiente maniobra decisiva resultaron en una victoria contundente para Padua, su empleador en ese momento. Este episodio ilustra la importancia de la pericia militar y la estrategia en el éxito de un condottiero.
John Hawkwood durante la batalla de Castagnaro |
Sin embargo, la carrera de Hawkwood no estuvo exenta de controversia. La Masacre de Cesena en 1377, donde aplicó un decreto papal contra civiles desarmados, representa un punto oscuro en su biografía y un ejemplo de la brutalidad inherente a la guerra mercenaria. Este evento, narrado con horror en crónicas de la época como la Crónica de Giovanni Villani (Villani, XIV secolo), revela la disociación moral que a menudo caracterizaba a los mercenarios, cuyo deber principal era cumplir las órdenes de su empleador, incluso si ello implicaba actos de extrema crueldad. Este episodio provocó un punto de inflexión, llevándolo a distanciarse del servicio papal y a buscar alianzas alternativas.
Su matrimonio en 1377 con Donnina Visconti, hija ilegítima de Bernabò Visconti, señor de Milán, representa un movimiento astuto que consolidó su posición en Italia y le otorgó importantes conexiones políticas. A través de este matrimonio, Hawkwood se integró en la compleja red de alianzas y rivalidades de la política italiana, transcendiendo su rol puramente militar y convirtiéndose en un actor político por derecho propio.
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Monumento ecuestre a Sir John Hawkwood |
El legado de John Hawkwood trasciende la mera biografía personal. Representa un ejemplo arquetípico del mercenario del siglo XIV: un hombre que, a través de la habilidad militar, la ambición y la adaptabilidad, ascendió desde orígenes humildes hasta alcanzar poder y reconocimiento en un mundo en conflicto constante. Su figura nos permite comprender mejor la naturaleza de la guerra en la Baja Edad Media, el papel crucial de los mercenarios en la configuración política de la época, y la compleja relación entre lealtad, servicio y ambición en un contexto histórico marcado por la inestabilidad y la oportunidad. Como concluye Rogers (1993), figuras como Hawkwood son esenciales para entender "la dinámica del poder y el conflicto en la Europa medieval tardía".
Referencias
Fowler, K. (1980). Sir John Hawkwood and the English Condottieri in Fourteenth-Century Italy. Oxford University Press.
Keen, M. (1990). Medieval Warfare: A History. Barnes & Noble Books.
Mallett, M. (1974). Mercenaries and their Masters: Warfare in Renaissance Italy. Rowman & Littlefield Publishers.
Rogers, C. J. (1993). War, Cruel and Sharp: English Strategy under Edward III, 1327-1360. Boydell Press.
Villani, G. (XIV secolo). Cronica di Giovanni Villani. Archivio di Stato di Firenze, Manoscritto Poligrafo 25.